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30 curiosidades que quizás no sabías sobre el Bitcoin y el dólar

El dinero en sí mismo es una ilusión, una alucinación masiva. Se trabaja duro para fabricarlo, cultivarlo y conservarlo, pero aun así, lo único real que tiene es su poder simbólico.

Con regularidad se escuchan personas por allí opinando sobre Bitcoin, algunos dicen que se trata de una alucinación masiva, solo números del ciberespacio, un espejismo, una especie de burbuja de jabón. También hay quienes señalan que Bitcoin no está respaldado por nada más que por la fe de quienes lo compran y de otros que lo reciben como forma de pago. Quizás quienes señalan este último punto, lo hacen de una manera despectiva, pero también desconocen que están completamente sobre lo cierto.

Lo que es igualmente cierto es que los dólares estadounidenses también son una ilusión. También están soportados por números en el ciberespacio. A veces el valor de estos dólares está soportado en papel moneda y aunque el papel y la moneda son materiales, los dólares que representan no lo son porque la verdad es que los dólares estadounidenses no están respaldados por otra cosa que no sea la fe y la confianza. La principal diferencia entre el Bitcoin y el dólar radica en que la fe y la confianza que el mundo ha decidido depositar en el dólar, al menos por ahora, es radical y feroz.

El periodista americano James Michael Surowiecki, experto en finanzas, escribió en 2012 que "solo el 10 por ciento de la oferta monetaria de los EE. UU, alrededor de USD 1 billón del total de aproximadamente USD 10 billones, existe en forma de papel moneda y monedas". (El número ahora parece ser alrededor de USD 13.7 billones.) No hay nada que impida que el sistema bancario estadounidense, cree más dólares cada vez que le apetezca.

La tentación de los líderes mundiales de fabricar dinero, ha sido históricamente, irresistible. Un resultado evidente de este desenfreno es la inflación: el poder adquisitivo que representaba un dólar en 1959, ahora es un poco menos de 12 centavos. Lo cierto es que Bitcoin, en parte, existe para abordar esta debilidad histórica, pues después de que se extraiga el Bitcoin número 21 millones, alrededor del año 2140, el sistema no producirá más. Lo cual quiere decir que posee un sistema deflacionario.

Hay algunas diferencias radicales entre las criptomonedas y los dólares americanos. Por ejemplo, las transacciones realizadas en el sistema de Bitcoin se registran en un libro de contabilidad infalsificable que no depende de la autoridad de los bancos o los gobiernos, sino de la fuerza de una red informática pública a la que cualquiera es libre de incorporarse. También, una vez más, el suministro de Bitcoins está finalmente fijado. Las transacciones con Bitcoin son rastreables en la red, a diferencia del dinero en efectivo que no deja huella alguna.

El dinero en sí mismo es una ilusión, una alucinación masiva. Se trabaja duro para fabricarlo, cultivarlo y conservarlo, pero aun así, lo único real que tiene es su poder simbólico. Lo cual es realmente asombroso, considerado desde un cierto ángulo.

Nuestra comprensión compartida del valor de ese papel teñido de verde, es todo lo que cuenta. Y esa comprensión compartida no tiene un significado fijo, está en un flujo eterno. El "valor" de todo el dinero, de todas las reservas de intercambio, es inestable y abstracto. El dinero no es más que una red cambiante de acuerdos hechos en y por cuenta de la colmena, y eso es todo lo que ha sido siempre: un frágil hilo en una red de confianza humana. ¿Qué es, entonces, el valor de un dólar?

Todos los argumentos comunes contra las criptomonedas como el Bitcoin, y la tecnología de cadena de bloques que las sustenta, invariablemente no tienen en cuenta la naturaleza provisional y frágil del dinero ordinario. Las criptodivisas no pueden ser comprendidas ni siquiera un poco por alguien que piense que el dinero es real, sólido o respaldado por cualquier otra cosa que no sea la confianza humana en instituciones cuya estabilidad es siempre incierta.

El hecho desafortunado es que las crisis monetarias en gobiernos inestables como los de Grecia, Venezuela y España ya han precipitado una serie de picos en los mercados de criptomonedas. Nuestras instituciones financieras existentes son profundamente defectuosas, en resumen, y permanentemente propensas a la corrupción, y esto está sucediendo mucho antes de que Bitcoin fuera un brillo en el ojo de su misterioso inventor. Satoshi Nakamoto se encargó de dejarlo claro en el llamado bloque del génesis que hizo que Bitcoin empezara a rodar, pues Bitcoin fue un proyecto políticamente motivado desde el principio, un nuevo sistema construido explícitamente para proporcionar un medio de intercambio digital a prueba de manipulaciones en el que podría basarse una mejor alternativa a nuestros sistemas bancarios existentes.

La teoría detrás de todas las criptodivisas, incluyendo Bitcoin, es que los registros producidos por una red informática distribuida pueden hacerse a prueba de manipulaciones, garantizando así teóricamente la solidez de una moneda mejor de lo que pueden hacerlo los gobiernos. Y hasta ahora, a pesar de algunos baches sustanciales en el camino, el sistema de cadena de bloques sobre el que está construido el Bitcoin ha probado, al menos parcialmente, esta teoría. Desde el 2009 se han robado un millón o más de Bitcoins, pero el libro mayor distribuido del sistema subyacente, el sistema de contabilidad en el que se basa Bitcoin, ha permanecido hasta ahora estable e incorruptible.

La verdadera advertencia aquí es que la incorruptibilidad del libro de Bitcoin sobrevivió, no solo por la distribución del sistema, no solo por sus ingeniosas salvaguardias criptográficas, sino por la buena fe y el buen sentido de los desarrolladores individuales que guiaron el proyecto a través de su tambaleante infancia.

Decir que "bitcoin es un fraude" porque los malos actores han estafado a la gente, es exactamente como decir que "la industria de los servicios financieros son un fraude porque hay personas corruptas en el mundo. ¿El hecho de que se use en transacciones criminales deslegitima el dinero en efectivo? No. La verdad es que el dinero está contaminado por su propia naturaleza.

Muy pronto, el sistema de cadenas de bloques que se utiliza actualmente para garantizar las transacciones Bitcoin se transformará y se fusionará con otros sistemas, porque su valor es incalculable. Muchos inversionistas alrededor del planeta ya vienen invirtiendo cantidades significativas de dinero, tiempo y esfuerzo en negocios basados en cadenas de bloques. En todas partes donde los seres humanos necesitan saber con seguridad si algo realmente sucedió o no, la tecnología de las cadenas de bloques, puede ser programada para darnos información incorruptible sobre ella. Cualesquiera que sean los defectos del sistema que Satoshi Nakamoto puso en marcha en 2009 -y que siguen siendo sustanciales-, demostró que realmente hay una forma de que la gente cree registros infalibles y garantizados de las transacciones humanas, sin depender en absoluto de autoridades externas como los bancos o los gobiernos. Así que no hay vuelta atrás. Definitivamente el valor es algo que no se ve, ni puede palparse, pero si se siente.

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