Esta semana, el precio de Bitcoin alcanzó su máximo histórico de USD 19.666 que registraba desde 2017 y aunque, por ahora, la tasa no quiere romper el límite psicológico de 20.000 dólares, si se ha mantenido por encima de los 18.500 dólares. Al menos hasta el momento de la redacción de esta nota, cuando marca USD 19.300. Para muchos seguidores del mercado esta es una señal clara de que continuará la fase alcista del precio de la criptomoneda pionera.
Sin embargo, hay otros indicios que indican que la fase alcista del precio de Bitcoin apenas comienza y se mantendrá en el tiempo. Una de las explicaciones tiene que ver con la escasez de Bitcoin. Señala, por ejemplo, que PayPal está moviendo Bitcoins sin parar. El gigante de los pagos está trabajando exclusivamente con Paxos para adquirir provisiones de la criptomoneda. También, ha establecido a la casa de cambio ItBit para servir a las instituciones financieras y a los comerciantes activos. Si observamos los volúmenes de comercio de ItBit podremos ver con claridad que hay un gran comprador detrás de sus inmensos movimientos.
Es cierto que es difícil determinar qué tan grande es el factor de atracción que genera PayPal en el mercado de Bitcoin, pero lo que sí es fácil deducir es que el gigante de los pagos a nivel mundial requiere tantas criptomonedas, al ritmo de las requeridas por otros gigantes, como Grayscale y Square Crypto, para ejecutar (parte de) su negocio diario.
En definitiva, todo esto quiere decir que Bitcoin es cada vez más escaso y hay un dato que lo confirma: Desde el 11 de mayo se ha extraído un máximo de 900 Bitcoin nuevos por día. Ese rendimiento, sin duda, es comprado fácilmente por las instituciones que recientemente se han unido a la tendencia a favor de la reina de las criptomonedas.
Solo el fondo Grayscale ahora administra USD 12,2 mil millones en criptomonedas, donde la mayor parte de estos recursos están almacenados en Bitcoin. Así que ya por allí hay un indicador clave para comprender la magnitud del interés que tiene este gigante en torno a adquirir nuevas criptomonedas.
El valor de Bitcoin aumenta a medida que el dólar se debilita. Esto lo hemos visto esta semana, dado que el dólar alcanzó su nivel más bajo desde abril de 2018, según el índice del dólar estadounidense (DXY). Al menos esa ha sido una razón suficiente para que la multinacional financiera Morgan Stanley, ajuste sus expectativas para 2021.
En una entrevista reciente, el director de inversiones Mark Wilson y experto en dólares de Morgan Stanley reconoció que el dólar vale un 10% menos que hace 12 meses. Él citó al gobierno de Estados Unidos como la razón principal, señalando que la deuda pública ha aumentado un 33% durante 2020.
En efecto, el dólar se ha debilitado, pero es algo que parece estar fríamente calculado por los organismos gubernamentales, pues "un dólar más débil es bueno para la economía mundial, porque un dólar más fuerte limitaría demasiado el crecimiento de la economía. Es una historia positiva para la reflexión", según señaló Wilson durante su entrevista.
Si analizamos esta reflexión, significa que el gobierno quiere estimular la economía aumentando la cantidad de dinero o bajando los impuestos. No es algo extraño, si observamos que los gobiernos de todo el mundo han utilizado vigorosamente el estímulo monetario para reducir (temporalmente) el daño causado por la crisis que ha desprendido producto de la pandemia por COVID-19.
En todo caso, mientras el dólar se debilita, Bitcoin ha ganado un rendimiento que supera el 168% en lo que del 2020 y parece que se beneficia de la agitación de los mercados financieros.Muchas empresas que están comprendiendo lo que está pasando con el dólar, prefieren convertir sus reservas en Bitcoin.
Más allá de todo esto, el analista Willy Woo publicó un nuevo modelo predictivo sobre el precio de Bitcoin que prevé un precio de más de 300.000 dólares dentro de un año para esta criptomoneda. Califica incluso de conservador su modelo predictivo y afirma que para finales de 2021 “USD 300.000 no está totalmente descartado”. Puede sonar a locura, pero hasta ahora, puede que ya tengamos los pies sobre la tierra.
Composición gráfica: Oliver Vizcaíno.
