El dólar que es usado en más del 80% de las transacciones mundiales, representa alrededor del 60% de las reservas globales. Eso se llama la hegemonía del dólar estadounidense. Esto le da muchas ventajas al país emisor, pero ciertas desventajas al resto de los países.
La historia de las monedas de reserva, como el dólar, es larga y se remonta a la antigüedad. Sin embargo, como muestra la historia moderna, la vida media de los activos de reserva, de los fiats, es de unos 100 años. Esto significa que incluso el período de dominación del dólar estadounidense probablemente esté llegando a su fin muy pronto, estadísticamente hablando.
Por mucho tiempo el dólar ha logrado mantener su fuerza. Sin embargo, después de la crisis del 2008, eso se está poniendo cada vez más en duda y se están buscando alternativas. Muchos han discutido de la posibilidad de implementar otras alternativas como moneda de reserva mundial.
Del otro lado de la calle, por llamarlo de alguna manera, es evidente que Bitcoin ha puesto a las criptomonedas en el mapa, y su comunidad ha desarrollado una tecnología que está transformando el mundo. Por lo tanto ante el surgimiento de una nueva moneda de reserva mundial, una criptomoneda global respaldada por todos los bancos centrales del planeta podría ser una solución.
No es un secreto que la economía mundial está en problemas, tampoco que las criptomonedas pueden tener buena parte de la solución. Muchos países están explorando la idea de crear una criptomoneda estatal. La idea ya se ha sugerido en Europa, pero también en otras partes.
En algunos años, con toda probabilidad, todas las monedas fíat del mundo serán criptomonedas estatales. Entonces, es posible que eventualmente se implemente una especie de Bitcoin, es decir, una criptomoneda creada por las principales economías del mundo para que sea adoptada como moneda de reserva y acabar con la hegemonía del dólar.
De hecho, hasta en Estados Unidos reconocen que el dólar, tal como se conoce hasta ahora, debe cambiar. Christopher Giancarlo, expresidente de la Commodity Futures Trading Commission o CFTC, quien en un artículo de opinión publicado en el Wall Street Journal el 15 de octubre argumentó que el dólar podría perder estatus en el futuro. Esto se debe específicamente a que otros países están desplegando monedas digitales. La respuesta, argumentó, es crear una nueva forma de dólar.
"Proponemos un dólar digital: un protocolo digital blockchain aprobado por el gobierno, creado y mantenido por un grupo no gubernamental independiente, pero administrado por bancos y otras organizaciones de pago de confianza", explicó.
Giancarlo continuó: “El efectivo introducido en el sistema se cambiaría por dólares estadounidenses digitales en una blockchain, con el efectivo depositado en cuentas de depósito en custodia especiales mantenidas por la Reserva Federal.”
Si bien no llegó a afirmar que los bancos centrales deberían perder su capacidad de controlar las monedas nacionales, Giancarlo argumenta que, al evitar las monedas digitales, los Estados Unidos están en condiciones de debilitar el atractivo del dólar. Advirtió:
“Los actores importantes, incluidos los bancos centrales y las plataformas de redes sociales, podrían lanzar nuevas monedas en los próximos años. A medida que sus redes crecen, podrían erosionar el estatus del dólar como la moneda más popular para el intercambio internacional.”
Lo que sí es seguro es que si bien la contracción del dólar presenta un duro impacto para la economía que depende de él , también es posible que los titulares de bitcoins sufran un impacto menor de los desagradables latigazos de la crisis una vez que se desencadene.
Este escenario sucedió en Hong Kong y más recientemente en Chile donde en medio de protestas masivas e inestabilidad política. ¿Cómo respondieron los ciudadanos? Compraron grandes cantidades de bitcoin para proteger su riqueza.
Durante una crisis, Bitcoin parece ser el único activo que puede ayudar a proteger la riqueza de un ciudadano común. La criptomoneda dominante tiene propiedades que facilitan la compra y el almacenamiento. La gente seguramente compraría la criptomoneda para proteger su riqueza contra la inflación.
Al final, la escasez de dólares pone a las autoridades en la posición para imprimir más dinero o dejar que el sistema, como lo conocemos, colapse. Es poco probable que dejen que esto último suceda, pero ante todo, los ojos del mundo siempre voltearán a mirar a Bitcoin como su salvación, de ello no hay dudas.